¿Por qué es tan importante la cadencia? Pues entre otras cuestiones
fisiológicas difíciles de medir, hay dos aspectos de física elemental que se
pueden ver claramente. Una zancada se divide en una fase de vuelo y otra de
contacto. A menor cadencia, la duración de la zancada es mayor, y por lo tanto
también lo es la duración de cada una de las fases. La fase de vuelo en sí
constituye lo que en física básica se denomina ‘tiro parabólico’, con una
componente de movimiento vertical. Este movimiento vertical consume una
cantidad de energía y produce un impacto contra el suelo en la caída, y tanto
la energía consumida como la fuerza de impacto están directamente relacionadas
con el cuadrado de la duración de la fase de vuelo. Así que una reducción en la
duración de esa fase de vuelo (y por tanto un aumento de la cadencia) puede
disminuir drásticamente la energía gastada en el movimiento vertical y las
fuerzas de impacto contra el suelo.
Disminuir el tiempo de contacto, aparte de
hacernos conscientes de la necesidad de no impulsar, tiene dos ventajas.
Primero, al no permitir que el pie del suelo quede muy atrás respecto al
cuerpo, la energía necesaria para recolocar el pie en posición de la siguiente
pisada es menor. Dicho de otra forma: el pie tiene que hacer menos recorrido
por debajo del cuerpo para ir al siguiente punto de contacto.
 Una fase de vuelo corta disminuye la cantidad
de energía gastada en el movimiento vertical del cuerpo, y una fase de contacto
corta disminuye la cantidad de energía necesaria para 'recolocar' las piernas
en los puntos de apoyo (y además parece ser que el gasto energético de este
movimiento es el que más rápido crece con la velocidad, por lo que cualquier
ahorro aquí puede ser importante).
Así que combinando una fase de vuelo corta y
una fase de contacto corta se consigue una cadencia alta y un consumo
energético bajo. En teoría la mínima necesidad energética se conseguiría cuando
el tiempo de vuelo es cero y el de contacto también es cero, y la cadencia es
infinita. Haciendo uso de la imaginación, ese modelo podría corresponder a las
ruedas de una bicicleta: no hay tiempo de vuelo, y el tiempo de contacto de
cada uno de los puntos de la circunferencia de la rueda es cero, y la cadencia
(la frecuencia del cambio de punto de apoyo) es infinita.
Obviamente no podemos llevar la cadencia que
queramos, estamos limitados fisiológicamente. La alta cadencia implica un
movimiento rápido de las piernas, y es de suponer que a las frecuencias más
altas nuestros músculos no se comportan de manera eficiente. Así que para
minimizar el gasto energético habrá que encontrar el punto de equilibrio entre
la cadencia alta y el rendimiento de nuestras piernas. Las estadísticas parecen
indicar que ese punto está alrededor de los 180-200 pasos por minuto, aunque
variará según el corredor.
Según algunos estudios sobre la evolución de
la cadencia según la velocidad, parece que lo normal es que a velocidades muy
bajas, la cadencia se incrementa con la velocidad, luego hay un amplio rango de
velocidades en el que conforme sube la velocidad la cadencia se mantiene
constante, y luego otro rango de velocidades hasta la máxima en el que se
vuelve a incrementar la cadencia con la velocidad.
Resumiendo, que parece ser que lo normal es
mantener la cadencia constante para gran parte de las velocidades, pero que
ante la duda, la cadencia más alta reporta más beneficios.
¿Habéis medido vuestra cadencia?
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