¿Has escuchado las frases “tiene mal de amores” o “está loco por amor“? Seguramente sí y aunque suenan a metáforas, en ocasiones no están muy alejadas de la realidad. En la década de los setenta, una psicóloga llamada Dorothy Tennov escribió un libro llamado “Amor y limeranza: la experiencia de estar enamorado”.
Amor es un término que conocemos todos pero ¿Qué significa la palabra limeranza? Un estado involuntario que se caracteriza por una búsqueda excesiva de reciprocidad emocional, pensamientos intrusivos y obsesivos además de dependencia emocional de otra persona. Las personas que lo atraviesan tienen una percepción alterada de la realidad.
Algunas de sus características son:
Idealiza las características positivas y negativas del otro.
Temor exacerbado al rechazo (que puede incluir pensamientos suicidas)
Pensamientos incontrolables e intrusivos sobre la otra persona
Sensación de euforia frente a señales (reales o imaginarias) de atención
Fantasear con una relación “perfecta”
Análisis detallado de cada gesto o palabra de la otra persona
Modificaciones extremas en la agenda con tal de propiciar encuentros con el otro
Reconstruir en la mente cada encuentro con el otro
Experimentar temblorina, palpitaciones y sudoración cuando se está frente a la persona idealizada
La limeranza se produce por un cocktail explosivo de hormonas en el cerebro (norepinefrina, dopamina, estrógeno, testosterona y feniletilamina) que altera la química cerebral.
Durante el comienzo de una relación puede confundirse con el enamoramiento, sin embargo es diferente. La limeranza es egoísta ya que asegurar el afecto del otro se pone por encima del compromiso, el respeto y la intimidad.
En las relaciones sanas, ninguna de las dos partes la padece. Están enamorados pero no luchan con pensamientos obsesivos sobre el otro.
En vez de buscar reciprocidad a toda costa, construyen lazos basados en los intereses mutuos y el disfrute de la compañía.
¿Te ha sucedido alguna vez?
The Butterfly Circus es un corto en el que se ven reflejados temas como la superación humana y la dignidad. Para ello, el protagonista de la historia se deberá enfrentar no sólo a los prejuicios de la gente, sino a los suyos propios. Dicho protagonista, Nick Vujicic curiosamente, da charlas motivacionales acerca de la discapacidad y la superación humana.
En cuanto al corto, os recomiendo verlo. Os invito a disfrutar de los 20 minutos de duración que resumen cómo a veces nosotros mismos nos ponemos obstáculos, en vez de buscar nuevas posibilidades.
What is that?
Un extraordinario vídeo que nos hace reflexionar sobre como tratamos a la gente mayor, olvidándonos de lo que han hecho por nosotros.
El poder de las palabras
El poder de las palabras para cambiar situaciones y conseguir empatía, el poder del lenguaje puede cambiar el mundo.
Bella imperfección
Dedicatoria de una viuda a su imperfecto marido en su funeral... muestra lo que se siente perder a un ser amado...
Vengo a devolverte algo
El cineasta Sir Ridley Scott lanzó una convocatoria para hacer un concurso para aspirantes a directores.
Su titulo: Tell It Your Way. La película no podría ser superior a tres minutos, contener sólo 6 líneas de narrativa y ser una historia convincente.
El ganador fue "Unicornio de Porcelana" del director estadounidense Keegan Wilcox.
Su historia es la vida de dos personas que son totalmente contrarias, sin embargo, muy afines -dicho todo en menos de 3 minutos-.
Este es el film ganador! Realmente conmueve....
Playing For Change es un movimiento multimedia creado para inspirar, conectar y promover la paz en el mundo a través de la música.
La idea del proyecto surge de la convicción de que la música desarma las fronteras y nos ayuda a superar nuestras diferencias.
Independientemente de nuestros orígenes geográficos, políticos, económicos, espirituales o ideológicos, la música tiene el poder universal de unirnos como habitantes de un mismo planeta.
Hemos elaborado un estudio de grabación móvil, usando el material utilizado en los mejores estudios, para viajar a través del mundo y grabar, donde la música nos llevara.
Durante la realización de este proyecto nos dimos cuenta que no era suficiente grabar y compartir esta música : quisimos encontrar una forma de aportar algo a las comunidades que conocimos a lo largo de nuestros viajes y que habían compartido tanto con nosotros. Así nació, en el 2007, la Fundación Playing For Change, entidad sin animo de lucro destinada a la creación y al desarrollo de escuelas de música para estas comunidades.
El último capitulo del movimiento Playing For Change a sido el Playing For Change Band. Reuniendo músicos extraordinarios procedentes del mundo entero, este grupo musical demuestra el poder que surge de la unión de las culturas. Para el público que ve y escucha músicos que han viajado miles de kilómetros para encontrarse en un escenario y cantar juntos, el poder unificador de la música no deja lugar a dudas.
Ahora todo el mundo puede participar a esta experiencia única, uniéndose al movimiento Playing For Change. Comparte el mensaje, implícate o contribuye a la Fundación. ¡Juntos, conectaremos el mundo a través de la música !
Cuando aquella tarde llegó a la vieja estación le informaron que el tren en que ella viajaría se retrasaría aproximadamente una hora.
La elegante señora, un poco fastidiada, compró una revista, un paquete de galletas y una botella de agua para pasar el tiempo. Buscó un banco en el andén central y se sentó preparada para la espera.
La mujer se molestó por esto, no quería ser grosera, pero tampoco dejar pasar aquella situación o hacer ver que nada había pasado; así que, con un gesto exagerado, tomó el paquete y sacó una galleta, la exhibió frente al joven y se la comió mirándolo fijamente a los ojos.
Como respuesta, el joven tomó otra galleta y mirándola la puso en su boca y sonrió. La señora ya enojada, tomó una nueva galleta y, con ostensibles señales de fastidio, volvió a comer otra, manteniendo de nuevo la mirada en el muchacho. El diálogo de miradas y sonrisas continuó entre galleta y galleta.
La señora cada vez más irritada, y el muchacho cada vez más sonriente.
Finalmente, la señora se dio cuenta de que en el paquete sólo quedaba la última galleta.
“-No podrá ser tan descarado”, pensó mientras miraba alternativamente al joven y al paquete de galletas.
Con calma el joven alargó la mano, tomó la última galleta, y con mucha suavidad, la partió exactamente por la mitad. Así, con un gesto amoroso, ofreció la mitad de la última galleta a su compañera de banco.
“¡Gracias!”, dijo la mujer tomando con rudeza aquella mitad.
“De nada”, contestó el joven sonriendo suavemente mientras comía su mitad.
Entonces el tren anunció su partida…
La señora se levantó furiosa del banco y subió a su vagón. Al arrancar, desde la ventanilla de su asiento vio al muchacho todavía sentado en el andén y pensó: “¡Qué insolente, que mal educado, qué será de nuestro mundo!
Sin dejar de mirar con resentimiento al joven, sintió la boca reseca por el disgusto que aquella situación le había provocado. Abrió su bolso para sacar la botella de agua y se quedó totalmente sorprendida cuando encontró, dentro de su cartera, su paquete de galletas intacto.
¡Se sintió tan mal!. No comprendía como se había podido equivocar... Había olvidado que guardó su paquete de galletas en su bolso.
El hombre había compartido con ella sus galletas sin ningún problema, sin rencor, sin explicaciones de ningún tipo...
...mientras ella se había enfadado tanto, pensando que había tenido que compartir sus galletas con él... y ahora ya no tenía ninguna posibilidad de explicarse ni de pedir excusas...
HAY CUATRO COSAS QUE NO PODREMOS RECUPERAR NUNCA MÁS...
Una piedra... Después de haberla tirado.
Una palabra... Después de haberla dicho.
Una ocasión... Después de haberla perdido.
El tiempo... Cuando ya ha pasado.
MORALEJA:
¿Cuántas veces en nuestras vidas, hemos creído con certeza que algo era de una forma, sólo para luego descubrir que lo que pensábamos que era la verdad… no lo era? Cuantas veces la desconfianza provocada en nosotros hace que juzguemos injustamente a otras personas con ideas preconcebidas, muchas veces alejadas de la realidad. Si con demasiada frecuencia las cosas nos parecen intolerables, debiéramos tener el valor de preguntarnos de vez en cuando si realmente nuestras ideas son tan claras y tan probadas como pensamos, si otorgamos a los demás al menos el beneficio de la duda y, por último, si nosotros resistiríamos unos juicios tan demoledores como nosotros hacemos a los demás.
Rob Trethway
"Después de un tiempo descubres la diferencia
entre coger una mano y encadenar un corazón
Y aprendes que el amor no quiere decir depender de la otra persona
y que la compañía no quiere decir seguridad.
Y empiezas a descubrir que los besos no son contratos,
y que los regalos no son promesas.
Y empiezas a aceptar el rechazo con la cabeza alta y con los ojos secos,
con la gracia de los adultos y no con el dolor de un niño.
Y aprendes a construir tu vida con el ahora,
porque el mañana es demasiado incierto...
Después de un tiempo descubres
que incluso la luz del sol quema si te expones demasiado,
Planta tu propio jardín y decora tu alma
en vez de esperar que alguien te regale flores...
Después de un tiempo descubres, que tu valor... es infinito."
Emilio Duró Pamies
La felicidad puede significar diferentes cosas para diferentes personas.
Las investigaciones han demostrado que hay ciertos rasgos comunes entre las personas felices.
Lo que distingue a la gente feliz de la infeliz es su actitud, interpretan el mundo de una manera diferente. Las personas más felices suelen ser personas más sanas no sólo mentalmente sino también físicamente.
Hay alguna evidencia que apoya que todos nacemos con un cierto "punto de ajuste" de felicidad, determinado por nuestros genes. Esto contribuye a alrededor del 50% de nuestro nivel de felicidad.
Es Licenciado en Ciencias Económicas y Master en Administración de Empresas por la Escuela Superior de Administración y Dirección de Empresas (ESADE) y Licenciado en Ciencias Económicas por la Universidad Autónoma de Barcelona. Ha sido Profesor Colaborador de distintas Universidades. Es un prestigioso consultor y es un conferenciante internacional. Emilio Duró dedica una parte importante de su tiempo al estudio del aprendizaje en las edades más tempranas. Es un ferviente convencido de que es en la familia y durante los primeros años de vida, cuando se desarrollan los aspectos más importantes de la personalidad y de los factores que determinan el comportamiento futuro del individuo. Esto le permite demostrar a través de experiencias y anécdotas que los fracasos profesionales raramente se deben a causas técnicas y sí al desarrollo emocional.
Un campesino encontró un capullo de mariposa y se lo llevó a su casa para poder asistir a su nacimiento.
Un día vio que por fin había aparecido pequeño orificio y entonces, muy emocionado, se sentó a observar atentamente durante varias horas. El campesino vio que la mariposa forcejeaba duramente para poder pasar su cuerpo a través del pequeño agujero. Lo hizo durante mucho rato, hasta que llegó un momento en el que le pareció que la mariposa había dejado de forcejear, pues aparentemente no seguía intentándolo. Pensó que quizá se había atascado. Entonces, el buen hombre, decidió ayudar a la mariposa y con unas pequeñas tijeras cortó el costado del agujero para hacerlo un poco más grande, de manera que la mariposa pudiera salir más fácilmente del capullo.
Y realmente fue así. Sin embargo, cuando la mariposa salió, tenía el cuerpo muy hinchado y las alas muy pequeñas y dobladas. El campesino esperaba entonces que súbitamente las alas se desplegaran y que el cuerpo se desinchara, y que en segundos la mariposa echara a volar. Pero no sucedió nada de eso y la mariposa, en su intento, apenas pudo arrastrarse en círculos con dificultad, con su cuerpecito maltrecho.
Lo que el campesino, en su bondad, no entendió, fue que la estrechez en la abertura del capullo y la lucha a la que obligaba a la mariposa para poder salir por el diminuto agujero, era la forma en que la sabia naturaleza forzaba a los entresijos del cuerpo de la mariposa a ejercitarse lo suficiente, fortaleciendo sus alas, para que se convirtieran en grandes y fuertes y así estar preparadas para volar.
Crecer, obtener la libertad, requiere del esfuerzo y de la lucha.
Ascensión al pico de Néouvielle (3091 m.) desde el Lac d'Aubert (julio 2011)
Ruta de la Cola de Caballo
en el parque nacional de Ordesa.
Están los que usan siempre la misma ropa.
Están los que llevan amuletos o se hacen promesas.
Los que imploran mirando al cielo y los que creen en supersticiones...
... y están los que siguen corriendo, cuando las piernas le tiemblan.
Están los que siguen jugando cuando se les acabó el aire.
Los que siguen luchando cuando todo parece perdido.
Ellos están convencidos de que la vida es un desafío en sí misma.
Sufren pero no se quejan, saben que el dolor pasa,
el sudor se seca, el cansancio se termina…
Saben que hay algo que nunca desaparecerá:
La satisfacción de lograr un sueño.
Sus cuerpos tienen la misma cantidad de músculos.
Por sus venas corre la misma sangre.
Lo que los hace diferentes es su espíritu
y la determinación para alcanzar la cima.
Una cima a la que no se llega superando a los demás.
Sino superándose a uno mismo.
Cuando alguien evoluciona, también evoluciona todo a su alrededor.
Cuando tratamos de ser mejores de lo que somos, todo a nuestro alrededor también se vuelve mejor.
Eres libre para elegir, para tomar decisiones aunque sólo tú las entiendas, toma tus decisiones con coraje, desprendimiento y, a veces una cierta dosis de locura.
Sólo entenderemos la vida y el Universo cuando no buscamos explicaciones.
Entonces todo queda claro...
Aprender algo significa entrar en contacto con un mundo desconocido en donde las cosas mas simples, son las más extraordinarias.
Atrévete a cambiar, Desafíate!
No temas a los retos
Insiste una, y otra y otra vez
Recuerda que sin fe, se puede perder una batalla que ya parecía ganada.
No te des por vencido. Acuérdate de saber siempre lo que quieres.
Y empieza de nuevo...
El secreto está en no tener miedo a equivocarnos y en saber que es necesario ser humilde para aprender.
Ten paciencia para encontrar el momento exacto y congratúlate de tus logros!
Y si esto no fuera suficiente...
Analiza las causas...
e inténtalo con más fuerza!!!
El mundo está en manos de aquellos que tienen el coraje de soñar y de correr el riesgo de vivir sus sueños.
Un profesor, delante de sus alumnos de la clase de filosofía, sin decir ni una palabra, cogió un bote grande de vidrio y procedió a llenarlo con pelotas de golf.
Preguntó a los estudiantes si el bote estaba lleno. Los estudiantes estuvieron de acuerdo en decir que sí.
El profesor cogió una caja llena de perdigones y los vacío dentro del bote. Estos llenaron los espacios vacíos que quedaban entre las pelotas de golf. El profesor volvió a preguntar de nuevo a los estudiantes si el bote estaba lleno, y ellos volvieron a contestar que sí.
Después, el profesor cogió una caja con arena y la vacío dentro del bote. Por supuesto que la arena llenó todos los espacios vacíos.
El profesor volvió a preguntar de nuevo si el bote estaba lleno. En esta ocasión los estudiantes le respondieron con un "sí" unánime. El profesor, rápidamente añadió dos tazas de café al contenido del bote y, efectivamente, llenó todos los espacios vacíos entre la arena. Los estudiantes reían.
Cuando la risa se fue apagando, el profesor les dijo:
"Quiero que os fijéis que este bote representa la vida.
Las pelotas de golf son las cosas importantes como la familia, los hijos, la salud, los amigos, el amor, cosas que te apasionan.
Son cosas que, aunque perdiéramos el resto y nada más nos quedasen estas, vuestras vidas aún estarían llenas.
Los perdigones son las otras cosas que nos importan, como el trabajo, la casa, el coche…
La arena es el resto de las pequeñas cosas Si primero pusiéramos la arena en el bote, no habría espacio para los perdigones, ni para las pelotas de golf. Lo mismo sucede con la vida.
Si utilizáramos todo nuestro tiempo y energía en las cosas pequeñas, no tendríamos nunca lugar para las cosas realmente importantes.
Presta atención a las cosas que son cruciales para tu felicidad.
Ve con tu pareja a cenar, juega con tus hijos, concédete tiempo para ir al médico, practica deporte, disfruta con tu afición favorita…"... y terminó con:
Siempre habrá tiempo para limpiar la casa, para reparar la llave del agua. Ocúpate primero de las pelotas de golf, de las cosas que realmente te importan. Establece tus prioridades, el resto solo es arena".
Uno de los estudiantes levantó la mano y le preguntó qué representaba el café.
El profesor sonrío y le dijo: "¡Me encanta que me hagas esta pregunta!.
El café es para demostrar que aunque tu vida te parezca llena, siempre hay un lugar para dos tazas de café con un amigo.
Gabriel García Márquez
1. Te quiero no por quien eres, sino por quien soy cuando estoy contigo.
2. Ninguna persona merece tus lágrimas, y quien se las merezca no te hará llorar.
3. Sólo porque alguien no te ame como tú quieres, no significa que no te ame con todo su ser.
4. Un verdadero amigo es quien te toma de la mano y te toca el corazón.
5. La peor forma de extrañar a alguien es estar sentado a su lado y saber que nunca lo podrás tener.
6. Nunca dejes de sonreír, ni siquiera cuando estés triste, porque nunca sabes quién se puede enamorar de tu sonrisa.
7. Puedes ser solamente una persona para el mundo, pero para una persona tú eres el mundo.
8. No pases el tiempo con alguien que no esté dispuesto a pasarlo contigo.
9. Quizá Dios quiera que conozcas mucha gente equivocada antes de que conozcas a la persona adecuada, para que cuando al fin la conozcas sepas estar agradecido.
10. No llores porque ya se terminó, sonríe porque sucedió.
11. Siempre habrá gente que te lastime, así que lo que tienes que hacer es seguir confiando y sólo ser más cuidadoso en quien confías dos veces.
12. Conviértete en una mejor persona y asegúrate de saber quién eres antes de conocer a alguien más y esperar que esa persona sepa quién eres.
13. No te esfuerces tanto, las mejores cosas suceden cuando menos te las esperas.
Recuerda: "TODO LO QUE SUCEDE, SUCEDE POR UNA RAZÓN"
Autor: desconocido a través de Rosa Fernández Valdivieso 13 abril 2011
En la reunión de padres de familia de una escuela, la directora resaltaba el apoyo que los padres deben darle a los hijos.
Ella entendía que aunque la mayoría de los padres de la comunidad eran trabajadores, debían encontrar un poco de tiempo para dedicar y pasar con los niños. Sin embargo, la directora se sorprendió cuando uno de los padres se levantó y explicó, que él no tenía tiempo de hablar con su hijo durante la semana.
Cuando salía para trabajar era muy temprano y su hijo todavía estaba durmiendo y cuando regresaba del trabajo era muy tarde y el niño ya estaba acostado.
Explicó además, que tenía que trabajar de esa forma para proveer el sustento de la familia. Dijo también que el no tener tiempo para su hijo lo angustiaba mucho e intentaba reemplazar esa falta dándole un beso todas las noches cuando llegaba a su casa y para que su hijo supiera que él le había ido a ver mientras dormía, hacía un nudo en la punta de la sábana.
Cuando mi hijo despierta y ve el nudo, sabe que su papá ha estado allí y lo ha besado. El nudo es el medio de comunicación entre nosotros.
La directora se emocionó con aquella singular historia y se sorprendió aún más cuando comprobó que el hijo de aquel hombre era uno de los mejores alumnos de la escuela.
Este hecho nos hace reflexionar sobre las muchas formas en que las personas pueden hacerse presentes y comunicarse con otros. Aquél padre encontró su forma, una forma simple pero eficiente. Y lo más importante es que su hijo percibía a través del nudo, todo el afecto de su papá.
Algunas veces nos preocupamos tanto con la forma de decir las cosas que olvidamos lo principal que es la comunicación a través del sentimiento.
Simples detalles como un beso y un nudo en la punta de una sábana, significaban para aquél hijo, muchísimo más que un montón de regalos o disculpas vacías.
Es válido que nos preocupemos por las personas, pero lo más importante es que ellas sepan y puedan sentir nuestra preocupación y cariño por ellas.
Para que exista la comunicación, es necesario que las personas “escuchen” el lenguaje de nuestro corazón, ya que los sentimientos siempre hablan más alto que las palabras. Es por ese motivo que un beso, revestido del más puro afecto, cura el dolor de cabeza, el golpe de la rodilla o el miedo a la oscuridad. Las personas tal vez no entiendan el significado de muchas palabras, pero saben distinguir un gesto de afecto y amor, aunque ese gesto sea solamente un nudo en la sábana. Un nudo cargado de afecto, ternura y amor.
“Vive de tal manera que cuando tus hijos piensen en justicia, cariño, amor e integridad, piensen en ti”
Señoras y señores
Usen protector solar.
Si pudiera sólo ofrecerles un consejo para el futuro, sería éste: Usen protector solar.
Los científicos han comprobado los beneficios a largo plazo del protector solar…
Mientras que los consejos que les voy a dar no tienen ninguna base confiable…
… y se basan únicamente en mi propia experiencia…
He aquí mis consejos:
Disfruta de la fuerza y belleza de la juventud.
No me hagas caso. Nunca entenderás la fuerza y belleza de tu juventud…
…hasta que se te haya marchitado.
Pero, créeme, dentro de 20 años cuando en fotos te veas a ti mismo…
…comprenderás, de una forma que no puedes comprender ahora…
…cuántas posibilidades tenías ante ti y lo guapo que eras en realidad.
No estás tan gordo como te imaginas.
No te preocupes por el futuro.
O preocúpate, sabiendo que preocuparse…
…es tan efectivo como tratar de resolver una ecuación de álgebra masticando chicle.
Lo que si es cierto es que los problemas que realmente tienen importancia…
…en la vida, son aquellos que nunca pasaron por tu mente…
…de esos que te sorprenden a las cuatro de las tarde…
…de un martes cualquiera.
Todos los días haz algo a lo que le temas.
Canta.
No juegues con los sentimientos de los demás.
No toleres que la gente juegue con los tuyos.
Relájate.
No pierdas el tiempo sintiendo celos. A veces se gana y a veces se pierde. La competición es larga y al final sólo compites contra ti mismo. Recuerda los elogios que recibas. Olvida los insultos (Pero si consigues hacerlo, dime cómo).
Guarda tus cartas de amor.
Tira los viejos extractos bancarios.
Estírate.
No te sientas culpable si no sabes muy bien lo qué quieres de la vida.
Las personas más interesantes que he conocido…
…no sabían que hacer con su vida cuando tenían 22 años. Es mas, algunas de las personas más interesantes que conozco…
…tampoco lo sabían a los 40.
Toma mucho calcio.
Cuida tus rodillas…
…sentirás la falta que te hacen cuando te fallen.
Quizás te cases, quizás no.
Quizás tengas hijos, quizás no.
Quizás te divorcies a los cuarenta.
Quizás bailes el vals en tu 75º aniversario de bodas.
Hagas lo que hagas…
…no te enorgullezcas ni te critiques demasiado. Siempre optarás por una cosa u otra…
…como los demás.
Disfruta tu cuerpo.
Aprovéchalo de todas las formas que puedas. No le tengas miedo ni te preocupes de lo que piensen los demás…
…porque es el mejor instrumento que tendrás jamás.
Baila.
Aunque tengas que hacerlo en la sala de tu casa.
Lee las instrucciones aunque no las sigas.
No leas revistas de belleza…
…para lo único que sirven es para hacerte sentir feo.
Aprende a entender a tus padres.
Será tarde cuando ellos ya no estén.
Llévate bien con tus hermanos.
Son el mejor vínculo con tu pasado, y probablemente…
…serán ellos los que te acompañarán en el futuro.
Entiende que los amigos vienen y se van…
…pero hay un puñado de ellos que debes conservar con mucho cariño.
Esfuérzate en no desvincularte de algunos lugares y costumbres…
…porque cuanto más pase el tiempo…
…más necesitarás a las personas que conociste cuando eras joven.
Vive en una ciudad en alguna vez…
…pero múdate antes de que te endurezcas.
Vive en el campo alguna vez…
…pero múdate antes de que te ablandes.
Viaja.
Acepta algunas verdades ineludibles:
Los precios siempre subirán.
Los políticos siempre mentirán,
…y tú también te envejecerás…
…y cuando seas viejo…
…añorarás los tiempos cuando eras joven…
…los precios eran razonables…
…los políticos eran honestos…
…y los niños respetaban a los mayores.
Respeta a los mayores.
No esperes que nadie te mantenga…
…pues tal vez recibas una herencia…
…tal vez te cases con alguien rico…
…pero nunca sabrás cuanto durará.
No te hagas demasiadas cosas en el pelo…
…porque cuando tengas 40 años…
…parecerá el de alguien de 85.
Sé cauto con los consejos que recibes…
…y ten paciencia con quienes te lo dan.
Los consejos son una forma de nostalgia.
Dar consejos es una forma de sacar el pasado del cubo de la basura…
…limpiarlo, ocultar las partes feas…
…y reciclarlo, dándole más valor del que tiene.
Pero hazme caso…
…en lo del protector solar.
Hermano y Hermana…
Juntos lo lograremos…
Algún día un espíritu vendrá…
…y te llevará hasta el final.
Yo sé que te han hecho daño…
…pero yo estaré ahí esperándote…
…y estaré ahí sólo para ayudarte…
…cada vez que pueda hacerlo.
¡Todos somos libres!
La historia cuenta que un viejo maestro deseaba enseñar a uno de sus discípulos la razón por la cual muchas personas viven atadas a una vida de conformismo y mediocridad y no logran superar los obstáculos que les impiden triunfar. No obstante, para el maestro la lección más importante que podía aprender el joven discípulo era observar lo que sucede cuando finalmente nos liberamos de aquellas ataduras y comenzamos a utilizar nuestro verdadero potencial.
Para impartir su lección al joven, el maestro decidió que aquella tarde visitaran juntos algunos de los parajes más pobres de la provincia. Después de caminar un largo rato encontraron el vecindario más triste y desolador de la comarca y se dispusieron a buscar la más humilde de todas las viviendas. Aquella casucha a medio derrumbarse, que se encontraba en la parte más alejada del caserío era, sin duda alguna, la más pobre de todas. Sus paredes se sostenían en pie de milagro aunque amenazaban con venirse abajo en cualquier momento; el improvisado techo dejaba filtrar el agua, y la basura y los desperdicios se acumulaban a su alrededor dándole un aspecto decrépito y repulsivo. Sin embargo, lo más sorprendente de todo era que en aquella casucha de apenas seis metros cuadrados vivían ocho personas.
El padre, la madre, cuatro hijos y dos abuelos se las arreglaban para acomodarse de cualquier manera en aquel reducido espacio. Sus ropas viejas y remendadas, y la suciedad y el mal olor que envolvía sus cuerpos, eran la mejor prueba de la profunda miseria que ahí reinaba. Sus miradas tristes y sus cabezas bajas no dejaban duda de que la pobreza y la inopia no sólo se había apoderado de sus cuerpos sino que también había encontrado albergue en su interior.
Curiosamente, en medio de este estado de penuria y pobreza total la familia contaba con una sola posesión extraordinaria bajo tales circunstancias, una vaca.
Una flacuchenta vaca cuya escasa leche le proveía a la familia un poco de alimento para sobrevivir. La vaca era la única posesión material con la que contaban y lo único que los separaba de la miseria total. Y allí, en medio de la basura y el desorden, el maestro y su discípulo pasaron la noche.
Al día siguiente, muy temprano, asegurándose de no despertar a nadie, los dos viajeros se dispusieron a continuar su camino. Salieron de la morada pero, antes de emprender la marcha, el anciano maestro le dijo en voz baja a su discípulo: -Es hora de que aprendas la lección que nos trajo a estos parajes. Después de todo, lo único que habían visto durante su corta estadía eran los resultados de una vida de conformismo y mediocridad, pero aún no estaba del todo claro para el joven discípulo cuál era la causa que había originado tal estado de abandono. Ésta era la verdadera lección, el maestro lo sabía y había llegado el momento de enseñársela. Ante la incrédula mirada del joven, y sin que éste pudiera hacer algo para evitarlo, súbitamente el anciano sacó una daga que llevaba en su bolsa y de un solo tajo degolló a la pobre vaca que se encontraba atada a la puerta de la vivienda.
-¿Qué has hecho maestro? –dijo el joven susurrando angustiadamente para no despertar a la familia-.
¿Qué lección es ésta que deja a una familia en la ruina total? ¿Cómo has podido matar esta pobre vaca que era su única posesión? Sin inmutarse ante la preocupación de su joven discípulo y sin hacer caso de sus interrogantes, el anciano se dispuso a continuar su marcha.
Así pues, dejando atrás aquella macabra escena, maestro y discípulo partieron. El primero, aparentemente indiferente ante la suerte que le esperaba a la pobre familia por la pérdida del animal. Durante los días siguientes al joven le asaltaba una y otra vez la nefasta idea de que, sin la vaca, la familia seguramente moriría de hambre. ¿Qué otra suerte podían correr tras haber perdido su única fuente de sustento?
La historia cuenta que, un año más tarde, los dos hombres decidieron pasar nuevamente por aquel paraje para ver qué había ocurrido con la familia. Buscaron en vano la humilde vivienda. El lugar parecía ser el mismo, pero donde un año atrás se encontraba la ruinosa casucha ahora se levantaba una casa grande que, aparentemente, había sido construida recientemente. Se detuvieron por un momento para observar a la distancia, asegurándose que se encontraran en el mismo sitio. Lo primero que pasó por la mente del joven fue el presentimiento de que la muerte de la vaca había sido un golpe demasiado duro para aquella pobre familia. Muy probablemente, se habían visto obligados a abandonar aquel lugar y una nueva familia, con mayores posesiones, se había adueñado de éste y había construido una mejor vivienda.
¿Adonde habrían ido a parar aquel hombre y su familia? ¿Qué habría sucedido con ellos? Quizás fue la pena moral la que los doblegó. Todo esto pasaba por la mente del joven mientras se debatía entre el deseo de acercarse a la nueva vivienda para indagar por la suerte de lo antiguos moradores o continuar su viaje y así evitar la confirmación de sus peores sospechas.
Cuál no sería su sorpresa cuando, del interior de la casa, vio salir al mismo hombre que un año atrás les había dado posada. Sin embargo, su aspecto era totalmente distinto. Sus ojos brillaban, vestía ropas limpias, iba aseado y su amplia sonrisa mostraba que algo significativo había sucedido. El joven no daba crédito a lo que veía.
¿Cómo era posible? ¿Qué había acontecido durante ese año? Rápidamente se dispuso a saludarle par averiguar qué había ocasionado tal cambio en la vida de esta familia.
-Hace un año, durante nuestro breve paso por aquí –dijo el joven- fuimos testigos de inmensa pobreza en la que ustedes se encontraban. ¿Qué ocurrió durante este tiempo para que todo cambiara?
El hombre, que ignoraba que el joven y su maestro habían sido los causantes de la muerte de la vaca, les contó cómo, casualmente el mismo día de su partida, algún maleante, envidioso de su escasa fortuna, había degollado salvajemente al pobre animal. El hombre les confesó a lo dos viajeros que su primera reacción ante la muerte de la vaca fue de desesperación y angustia. Por mucho tiempo, la leche que producía la vaca había sido su única fuente de sustento. Más aún, poseer este animal les había ganado el respeto de los vecinos menos afortunados quienes seguramente envidiaban tan preciado bien.
-Sin embargo –continuó el hombre- poco después de aquel trágico día, nos dimos cuenta que, a menos que hiciéramos algo, muy probablemente nuestra propia supervivencia se vería amenazada. Necesitábamos comer y buscar otras fuentes de alimento para nuestros hijos, así que limpiamos el patio de la parte de atrás de la casucha, conseguimos algunas semillas y sembramos hortalizas y legumbres para alimentarnos.
-Pasado algún tiempo, nos dimos cuenta que la improvisada granja producía mucho más de lo que necesitábamos para nuestro sustento, así que comenzamos a venderle algunos vegetales que nos sobraban a nuestros vecinos y con esa ganancia compramos más semillas. Poco después vimos que el sobrante de la cosecha alcanzaba para venderlo en el mercado del pueblo. Así lo hicimos y por primera vez en nuestra vida tuvimos dinero suficiente para comprar mejores vestidos y arreglar nuestra casa. De esta manera, poco a poco, este año nos ha traído una vida nueva.
Es como si la trágica muerte de nuestra vaca, hubiese abierto las puertas de una nueva esperanza.
El joven, quien escuchaba atónito la increíble historia, entendió finalmente la lección que su sabio maestro quería enseñarle. Era obvio que la muerte del animal fue el principio de una vida de nuevas y mayores oportunidades.
El maestro, quien había permanecido en silencio escuchando el fascinante relato del hombre, llevó al joven a un lado y le preguntó en voz baja:
-¿Tú crees que si esta familia aún tuviese su vaca, habría logrado todo esto?
-Seguramente no –respondió el joven.
-¿Comprendes ahora? La vaca, además de ser su única posesión, era también la cadena que los mantenía atados a una vida de conformismo y mediocridad. Cuando ya no contaron más con la falsa seguridad que les daba sentirse poseedores de algo, así sólo fuera una flacucha vaca, tomaron la decisión de esforzarse por buscar algo más.
-En otras palabras, la vaca, que para sus vecinos era una bendición, les daba la sensación de no estar en la pobreza total, cuando en realidad vivían en medio de la miseria.
-¡Exactamente! –respondió el maestro-. Así sucede cuando tienes poco, porque lo poco que tienes se convierte en una cadena que no te permite buscar algo mejor. El conformismo se apodera de tu vida. Sabes que no eres feliz con lo que posees, pero tampoco eres totalmente miserable. Estás frustrado con la vida que llevas, mas no lo suficiente como para cambiarla. ¿Ves lo trágico de la situación?
-Cuando tienes un trabajo que odias, con el que no logras satisfacer tus necesidades económicas mínimas y no te trae absolutamente ninguna satisfacción, es fácil tomar la decisión de dejarlo y buscar uno mejor. No obstante, cuando tienes un trabajo que no te gusta, pero que cubre tus necesidades mínimas y te ofrece cierta comodidad aunque no la calidad de vida que verdaderamente deseas para ti y tu familia, es fácil conformarte con lo poco que tienes.
Es fácil caer presa del dar gracias ya que por lo menos cuentas con algo… Después de todo, hay muchos que no tienen nada y quisieran contar con el trabajo que tú tienes. Esta idea es similar a aquella vaca y, a menos que te deshagas de ella, no podrás experimentar un mundo distinto al que has vivido.
Estás condenado a ser víctima de por vida de estas limitaciones que tú mismo te has encargado de establecer. Es como si hubieses decidido vendar tus ojos y conformarte con tu suerte.
Todos tenemos vacas en nuestras vidas.
Llevamos a cuestas creencias, excusas y justificaciones que nos mantienen atados a una vida de mediocridad. Poseemos vacas que no nos dejan buscar mejores oportunidades. Cargamos con pretextos y disculpas para explicar por qué no estamos viviendo la vida que queremos. Nos damos excusas que ni nosotros mismos creemos, que nos dan un falso sentido de seguridad cuando frente a nosotros se encuentra un mundo de oportunidades que sólo podremos apreciar si matamos a nuestras vacas.
«Qué gran lección», pensó el joven discípulo a inmediatamente reflexionó acerca de sus propias vacas. Durante el resto del viaje recapacitó acerca de todas aquellas limitaciones que él mismo se había encargado de adquirir a lo largo de su vida. Prometió liberarse de todas las vacas que lo mantenían atado a una existencia de mediocridad y le impedían utilizar su verdadero potencial. Indudablemente, aquel día marcaba el comienzo de una nueva vida, ¡una vida libre de vacas!